Los cerrajeros profesionales exigen regular el sector para evitar fraudes.
Hace ya meses que en los portales de las viviendas, las persianas, buzones, señales y una larga lista de elementos de nuestras calles de Zaragoza se amontonan pegatinas con el número de teléfono de cerrajeros. Cerrajeros que en la casi totalidad de los casos no cumplen con los requisitos mínimos exigidos por el Estado para desarrollar una actividad empresarial. Para defenderse de estos continuos ataques y de este intrusismo gratuito que tanto daño ha hecho al sector, hace dos años nació la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES).
Integrada por varias asociaciones de todo el país promueve la regulación del sector al que cualquiera puede acceder, para frenar así las prácticas fraudulentas.
Estos 2.000 profesionales, está ya en conversaciones con el Gobierno central para que establezca una serie de criterios que clarifiquen el acceso como el no tener antecedentes, la aprobación de un código ético o promover el uso obligatorio de las facturas.
De la mano de las Nuevas Tecnologías, se ha puesto en marcha un proceso de identificación a través del móvil que permite acceder con el número de licencia a un fichero alojado en internet y comprobar que el cerrajero está correctamente registrado.
El siguiente paso será que el Ministerio de Educación incorpore la cerrajería en el catálogo nacional de cualificaciones, en el área productiva de seguridad.
Fuente: El Periódico de Aragón, 24/06/2012